1ª CIA BOMBEROS QUINTA DE TILCOCO - MUJERES EN LAS FILAS BOMBERILES

MUJERES EN LAS FILAS DE BOMBEROS

Los cuerpos de bomberos de nuestro país están llenos de hombres valientes, que son capaces de dar su vida si es necesario. Sin embargo, esta institución hoy ennoblece aún más sus filas, con la incorporación de mujeres, tan o más sacrificadas que sus propios compañeros.
En marzo de 1998, el directorio nacional expresó unánimemente la admisión de mujeres al servicio bomberil. De esta manera no hay impedimento legal que las deje fuera. Aunque esta es una decisión actual, la historia de mujeres en bomberos es más antigua y silenciosa.
Delfina Fonseca figura como la primera voluntaria del Cuerpo de Bomberos de Chile. Esta mujer se unió a las filas en 1955, lo que 50 años más tarde, le valió la condecoración de Bombero Insigne.
El ejemplo de esta valiente mujer, que a sus 90 años participa activamente de la labores de su compañía en Curacautín, es sin lugar a dudas, una de las motivaciones para que jóvenes mujeres decidan formar parte de bomberos.
Hoy, Bomberos de Chile cuenta con más de tres mil mujeres en sus filas. A ellas las mueven las mismas motivaciones que a sus pares hombres, entre ellas la más noble: dar la vida si es necesario.
Existe un caso insigne, que corona el valor y el arrojo de las bomberas, y que vino a incorporar la única mártir en la lista de voluntarios fallecidos. Constanza Pilar Cid, llevaba más de diez años de servicio en la primera compañía de Contulmo. Era Secretaria del cuartel. y amaba tanto su vocación de servicio, que durante un llamado, corrió a su fatídico destino.
Corría noviembre del 2006, cuando la primera compañía de Contulmo recibió una alarma de incendio en las proximidades de Cañete, siniestro con el que jamás dieron…
Los voluntarios, entre ellos Constanza Cid, subieron rápidamente a la camioneta y partieron a toda velocidad hacia el sitio del incendio, sin embargo con la adrenalina del momento y la desesperación por no encontrar el lugar, volcaron la camioneta en plena carretera.
Dos voluntarios perdieron la vida esa noche: Benito Carrasco y Constanza Cid. Ésta última se convertiría en la mártir de la mujeres de la institución dejando al pueblo que la vio crecer, a su familia y su pequeña hija, sumidos en un profundo dolor.
El caso de Constanza dejó una gran huella en el corazón de las mujeres de la institución. Su valentía y fuerza han motivado a otras jóvenes a ingresar a los diferentes Cuerpos de Bomberos de Chile.
Sin embargo, existen factores que dificultan su participación, determinada principalmente por la disponibilidad horaria, que les exige el cuidado del hogar y los hijos. No obstante son capaces de dejar todo de lado. Ellas acuden a los llamados a dar su máximo esfuerzo. No se trata de competir, si no de trabajar codo a codo con sus compañeros.
Ellas asumen con la mayor responsabilidad su tarea. Tanto han ayudado a sus compañías que muchas de ellas, ya son capitanas, chóferes u ocupan otro alto cargo. Nuestras mujeres bomberas son valientes, fuertes y llenas de energía. Ellas se sienten con la obligación de ayudar, salvar vidas y socorrer al prójimo en momentos limites, impulsadas por la tremenda vocación de servicio que ellas demuestran en todas las compañías del país.